lunes, 26 de marzo de 2012

LA FRASE DEL DÍA

El sagrado idioma desprovisto de sus referentes y por tanto de su realidad.[...]A tiempo para desaparecer para siempre en un abrir y cerrar de ojos.

Página 78. La carretera. Cormac McCarthy.



¿Será cierto? ¿puede la palabra desaparecer con el paso de los años cuando su referente, aquello a lo que representa, hace tiempo que desapareció?

jueves, 22 de marzo de 2012

Esta noche dime que me quieres. Federico Moccia.

Entre los acordes de La pasión según San Mateo de Bach y Après une lecture de Dante de Franz Liszt, las vidas de dos personas procedentes de mundos dispares aunque ambas marcadas por el remordimiento y el sentimiento de culpa, se cruzan atendiendo a los caprichos del destino, y también del cambio climático, hasta el punto de verse expuestos ante el abismo que supone tener que cuestionarse distintos aspectos de sus respectivas existencias.

Sofia Valentini es una joven pianista que un día hizo una promesa y renunció a su mayor pasión a cambio de una vida y de una segunda oportunidad. Segura de sus principios y leal a sus creencias. Sensible, encantadora y apasionada pero marcada por la tristeza de una vida rutinaria e insatisfecha, en definitiva, la que ha decido vivir quizá como justa penitencia por su carácter caprichoso. A Tancredi Ferri también le persiguen sus propios fantasmas. Un chico atractivo, con un encanto innegable pero que demuestra constantemente, a través de varias anécdotas, la falta de escrúpulos propia de una persona acostumbrada a conseguir siempre lo que desea. También ha de pagar un precio por lo que hizo o quizá no hizo por su hermana. Tancredi se auto castiga negándose la felicidad para si pero también haciendo todo lo posible por destruir la ajena, la que él considera idílica e irreal. Puede permitirse cualquier lujo pero ése está fuera de su alcance, como parece que también lo estará Sofia.

Moccia vuelve con una nueva historia de amores y desamores, de vidas agridulces y sentimientos encontrados, contada con su estilo ágil y dinámico y, en cierto modo, un tanto juvenil y desenfadado, casi inocente. Es tierno, simpático, apasionado, pero también es duro y cruel, como no me pareció que lo fuera antes.

Esta vez sorprende con algo distinto pues opta por intercalar episodios del pasado como recuerdos de los personajes en el presente de una manera en la que al principio todo parece confuso pero sólo hasta que empieza a encajar. Así va completando la vida de los protagonistas, desvelando sus secretos y sus tormentos. Y si este autor ya es conocido por mostrar a los lectores las calles y locales de la capital italiana a modo de guía turística, ahora nos obsequia con una amplia gama de buenos vinos y platos más que apetecibles, con música clásica de fondo.

Pero toca poner los pies de nuevo sobre la tierra y pese a los nobles y sinceros sentimientos que se mantienen como una constante a lo largo de la novela, pues sería injusto negarlos, lo que en verdad deja poso de toda esta historia es la revelación de que el dinero todo lo puede. Todo se puede comprar y todos tenemos un precio que puede estar sujeto a distintas motivaciones que en mayor o menor medida justifiquen la decisión, pero que al final se cubren o solucionan con una cantidad. Es duro darse cuenta de lo que se puede conseguir cuando una parte posee el dinero que la otra necesita. Por si esto no fuera poco, en esta novela queda demostrado que el ser humano es egoísta por naturaleza, aunque esto no tiene porqué ser siempre negativo, a veces uno puede y debe permitirse ser egoísta por una vez en su vida.
Soy consciente de que esta historia podía dar lugar a lecturas más optimistas pero yo me quedo con ésta. Esto es lo que quiero sacar de esta novela pues cualquier otra reflexión sería demasiado fácil y obvia teniendo en cuenta el tipo de literatura propio de este autor. Bueno, está bien, para los que hoy ven el vaso medio lleno, algo bueno nos enseña esta novela y es que nunca es tarde para cambiar aquello que no nos satisface de nuestras vidas, que no hay que tener miedo al cambio, a las segundas oportunidades, a empezar de cero, pues sólo de esta forma seremos sinceros y francos con nosotros mismos y, por extensión, evitaremos engañar o dañar a segundas y terceras personas.

Nunca hay que perder la esperanza.

Un saludo, Lola.

PD: Sólo deseo que su elección les permita vivir la vida bella que anhelan y se merecen.
PD 2: Sigo prefiriendo la historia de Step (A tres metros sobre el cielo y Tengo ganas de ti).
PD 3: Prefiero el título original, L´uomo che non voleva amare, El hombre que no quería amar.

lunes, 19 de marzo de 2012

LA FRASE DEL DÍA

-Tenía miedo de que me dijeras que no.
-¿Por qué? No estás tan mal, ¿sabes?
Pero ya sabes que soy un timo, ¿verdad?
-Sí..., lo sé. Pero el amor está hecho así: cuanto más sales perdiendo, más feliz eres.



Página 137. Esta noche dime que me quieres. Federico Moccia.

jueves, 1 de marzo de 2012

La mujer que arañaba las paredes. Jussi Adler-Olsen

Según el Partido Danés, en Dinamarca son numerosos los casos sin resolver que requieren de especial atención y de la creación de un Departamento a nivel nacional que se dedique a su esclarecimiento de manera exclusiva. A los pocos días de la puesta en funcionamiento del Departamento Q, montones de expedientes procedentes de los distintos distritos, se apilan en la mesa que la Jefatura de Homicidios ha instalado en el sótano de la comisaría, a la espera de que Carl Morck decida salir de su letargo voluntario. Hace tan sólo unos días que Carl se ha reincorporado a su trabajo después de pasar por un dramático incidente y, entre sus planes más inmediatos, sólo se encuentra el de sumirse en un profundo sopor que alivie las horas que pasa sentado en su despacho. Tampoco es que en la Jefatura esperen mucho más de él pues el departamento es una mera excusa para quitárselo de encima sin tener que pasar por el mal trago de despedirlo y al mismo tiempo, conseguir fondos para casos de homicidios más importantes. Claro que ni el inspector Jacobsen ni el propio Carl contaban con la hiperactividad y curiosidad natas de Assad, el ayudante contratado para el departamento. A lo que se añaden en el momento más inesperado, las ganas que surgen en Carl de llevar la contraria, alimentadas por el desprecio hacia sus compañeros, que le ven como el lastre con el que ninguno está dispuesto a cargar.

Después de varias vueltas y de las presiones a las que finalmente le someten, Carl decide que es hora de moverse. Assad le propone el caso de una joven parlamentaria desaparecida cinco años atrás mientras viajaba con su hermano a Berlín. Aunque se la dio por ahogada, su cuerpo nunca apareció. Merete Lynggaart nunca destacó por sus relaciones personales pero sí por su éxito profesional y pese a que se aventuraban todo tipo de rumores, nadie sabía que la razón de esa actitud se llamaba Uffe y tampoco que tuvo que cuidar de él tras la muerte de sus padres y que a ella eso no le importaba demasiado aunque le hubiera gustado disponer de un poco más de tiempo para sí misma.

Ya desde el prólogo somos testigos de la suerte que corre Merete y es imposible no preguntarse cómo una persona puede ser capaz de sobrevivir a la tortura más fría y meditada. Un día tras otro, en una prisión en la que la fortaleza de espíritu y las ganas firmes de vivir son las únicas armas con las que la joven puede contar para hacer frente al odio y el rencor alimentados por años de sufrimientos. La venganza es un plato que se sirve frío es un dicho que adquiere en esta novela toda la plenitud de su significado.

El autor es capaz de despertar la intuición de la mente más lenta y abotargada en una historia fácil de seguir –cosa que personalmente acojo de buen grado- donde las investigaciones se van desarrollando de forma ágil y lógica, todo ello aderezado con el humor ácido de un hombre maduro, con sus comentarios mordaces y sus actos con dobles intenciones. Un policía acostumbrado a la dinámica de su trabajo y a las rivalidades entre compañeros de profesión, que además tiene que lidiar con un hijo adolescente postizo, una ex mujer alocada y excéntrica y un inquilino bastante raro al que tiene alquilado el sótano de su casa. Pero por si esto no fuera poco, deberá hacer frente a las diferencias culturales e idiomáticas que le separan de Assad, quién definitivamente guarda un pasado secreto. Una novela bastante entretenida que no descuida el lado dramático, la crítica social y la reflexión sobre varios aspectos de la naturaleza humana y de los sentimientos más primarios -cuesta asimilar la crueldad innata, incluso natural, que el propio ser humano es capaz de profesar hacia sus iguales pero también es reconfortante darse cuenta de la virtud de los sentimientos contrarios-.

He tardado en decidirme a leer esta novela pese a que el argumento me atrajo desde el primer momento pero os aseguro que no me pasará lo mismo con el segundo caso del Departamento Q, Los chicos que cayeron en la trampa.

Un saludo, Lola.