Me encanta la sensación que queda al encontrar un libro como éste, de verdad. Hacía semanas que no leía nada tan absorbente y, a la vez, tan inquietante como la historia de Isabel y Sabine. Además, resulta curioso la manera en que estos libros llegan a las manos sin saber muy bien cómo, cuándo o por qué. Supongo que, de otra manera, podrían pasar inadvertidos.
Isabel y Sabine fueron amigas en el colegio pero al pasar a la secundaria algo en su relación cambió igual que lo hicieron ellas. Desde ese momento, Sabine sufrió el acoso de Isabel y sus nuevas amigas hasta el mismo día en que ésta desapareció. Nunca encontraron a Isabel ni tuvieron noticias suyas. Han pasado 9 años y pronto se celebrará el encuentro de antiguos alumnos.
En la actualidad, Sabine vive en Amsterdam y acaba de reincorporase a su puesto de trabajo después de haber estado de baja y en tratamiento psicológico durante una temporada, pero aquí las cosas también han cambiado desde su marcha y los sueños e imágenes que la sorprenden a cada momento en los que la protagonista es Isabel y lo que pudo haberla ocurrido ese caluroso día de primavera tampoco ayudan mucho a su recuperación.
Si en el pasado Sabine no pudo enfrentarse a su presente, será en el presente cuando deba superar su pasado, esa será la única forma de poder tener un futuro. Y hasta aquí puedo escribir porque cualquier dato más sería revelador.
Una lectura con buen ritmo, llena de giros inesperados. Una historia en la que nada sobra y todo ocurre en el momento en que debe ocurrir y en la forma en que debe hacerlo pero en la que nada ni nadie es lo que parece. Una protagonista con 23 años que podría pasar por una chica normal preocupada por las cosas propias de esa edad pero en cuyos recuerdos o, mejor dicho, en la falta de ellos, puede esconderse la clave que resuelva la extraña desaparición de la que fuera su mejor amiga. Un final verdaderamente sorprendente, impensable.
Pero toda novela que se precie tiene que tener sus
peros y ésta no podía ser menos. No me creo las relaciones de Sabine con los chicos. Y pienso que la autora podría haber explotado más algunas de sus líneas argumentales con mejor resultado. Nada más que añadir.
Si llega a vuestras manos, no lo dudéis. No pasará a ser vuestra novela del año -
vaya ánimos, Lola, si estuviera ante ese dilema no sé si lo que dices me ayudaría a decidir- pero no os arrepentiréis de haberla leído.
Un saludo, Lola.
