miércoles, 29 de septiembre de 2010

EL TÍTULO EN EL TEXTO

Mucho después de que hubieran desaparecido, Marsh seguía en el astillero contemplando el vapor inmóvil y silencioso.

-Sueño del Fevre- dijo en voz alta sólo para saborear las palabras.

Pero, por primera vez y por extraño que pareciera, el nombre le sonó mal, cargado de connotaciones indeseables. Se extremeció, dominado repentinamente por el frío, y después soltó un bufido y se marchó a acostarse.


Sueño del Fevre. George RR Martin.

martes, 28 de septiembre de 2010

LA FRASE DEL DÍA

En la habitación todo estaba tan silencioso e inmóvil que pareció un hecho desmesurado lo que acaeció inesperadamente, y que sin embargo no fue nada.

De pronto, sin moverse lo más mínimo
aquella muchacha abrió los ojos
dirigidos, con una intensidad desconcertante,
hacia él.

Y, con cuidado, detuvo el Tiempo durante todo el tiempo que lo deseó.


Seda. Alessandro Baricco.

Lo siento pero no he podido resistir la tentación de poner este pasaje, coincidiendo con que vi la peli recientemente. Debo reconocer que me gustó, quizá un poco lenta, las imágenes de los escenarios son una pasada y los actores elegidos me resultaron bastante adecuados, pero nada que llegue a la altura de la novela.

viernes, 24 de septiembre de 2010

LA NOTICIA DEL DÍA. Canción de Hielo y Fuego. La Serie

La verdad es que esto fue noticia en su día, hará como un par de semanas, pero bueno, ahí queda...



Los seguidores de Canción de Hielo y Fuego ya conocerán la existencia de estos vídeos, para ellos no supondrá ninguna novedad en sus vidas lo que pueda decir en estas líneas, pero a los que no conozcan los libros -todavía están a tiempo de leerlos antes del estreno-, supongo que podría interesarles ver las primeras imágenes ofrecidas por HBO de la serie que dará vida, más allá del papel, a los protagonistas de Juego de Tronos. Los he visto como unas veinte veces, llamadme rara si queréis, pero es que estoy tan contenta y emocionada. Ains...! tengo tantas ganas de ver aquello que es la causa de mis desvelos...Además, últimamente es la única forma que tengo de sobrellevar la espera, eterna ya, de que publiquen el quinto libro de la saga. -Sólo falta que acierten con el casting y los escenarios, mira que si luego te llevas el chasco de tu vida. Pobre Lolita-

Un saludo, Lola.

martes, 21 de septiembre de 2010

Lista de Imposibles

Esta será, a partir de ahora, mi lista de libros imposibles o, lo que es lo mismo, de libros que me ha resultado imposible terminar de leer. El que tendrá el honor de abrir la lista es:

Un libro que sólo puede servir para una cosa, conciliar el sueño. Lo siento pero no he sido capaz de pasar de la página 77 de un libro lento, sin acción ninguna, donde los ángeles que promete tardan en aparecer. Algo a su favor, algunas descripciones de los escenarios son interesantes y destaca el hecho de que presente a los ángeles como seres longevos pero materiales, corrompidos por el lujo y la avaricia, preocupados por su apariencia frente a los demás, objeto de enfermedades terrenales.
En fin, no pudo ser. Disfruté cien veces más con Dos velas para el diablo de Laura Gallego. Si algún día os veis en la difícil encrucijada de tener que elegir, por favor no lo hagáis, id a lo seguro. Luego no digáis que no os lo advertí.

viernes, 17 de septiembre de 2010

LA FRASE DEL DÍA

Eres mío. Eres mío, igual que yo soy tuya. Si tenemos que morir, moriremos. Todos los hombres mueren, Jon Nieve. Pero antes vamos a vivir.

En algún momento de Canción de Hielo y Fuego. George RR Martin

jueves, 16 de septiembre de 2010

EL TÍTULO EN EL TEXTO

-Leo, te estimo mucho, mucho. Eres bueno contra el viento del norte.
-Yo también te estimo mucho, Emmi. Buenas noches.
-Buenas noches. Felices sueños.


Contra el viento del norte. Daniel Glattauer.

Este es el final de toda una auténtica cadena de emails sobre cómo poder dormir, soplando el viento del norte, con la cama situada bajo la ventana, pero con la ventana abierta porque, de lo contrario, Emmi no consigue dormir, y al mismo tiempo pudiendo encender la lamparita para poder leer porque, de otra manera, Emmi no es capaz de conciliar el sueño. La solución de Leo, dormir con los pies hacia la ventana, abierta, y usar un alargador para enchufar la lámpara. Alargador que gustosamente le envía como documento vía Internet.

martes, 14 de septiembre de 2010

CONTRA EL VIENTO DEL NORTE

El domingo terminé de leer el libro y debo decir que, desde hacía tiempo, ninguna historia de amor me desvelaba de la manera en que ésta lo ha hecho.

Sobre la forma ya lo he dicho todo, no me equivocaba al pensar en su originalidad, no recuerdo ninguna novela basada sólo en las transcripciones de correos electrónicos a pesar de que sí existen varias que usan Internet como medio para relacionar a sus protagonistas. La verdad es que el autor llega a crear diálogos realmente interesantes, conversaciones íntimas y llenas de confianza, conversaciones irónicas, divertidas, conversaciones distantes y cargadas de formalismos. Es increíble cómo, gracias a los cambios de vocabulario, de persona o de género gramaticales, a las distintas sintaxis, al cambio de minúsculas y mayúsculas, etc., resulta de lo más sencillo hacerse una idea del estado de ánimo de los dos protagonistas sin necesidad de una sola descripción externa por parte de un tercero, ni aclaración o declaración de los personajes. Incluso es fácil poner la entonación adecuada a cada una de las palabras. Leyendo esta novela, ahora me pregunto si ocurrirá lo mismo cuando es una la que escribe -Ay, Lola, a ti no hay quién te entienda, ni cuando hablas ni cuando escribes-.

En cuanto a la historia, todo comienza con una equivocación, como muchas veces comienzan las cosas, un problema de "ei". Veréis, Emmi intenta, sin mucho éxito, darse de baja en su suscripción a la revista Like, pero en lugar de mandar los correos a la dirección correcta, lo hace a la de un tal L. Leike. Después de un par de correos, Leo decide sacarla de su error y contestar a uno de ellos. Una vez aclarado el asunto, todo debería haber acabado ahí. Pero en la vida, a veces, las cosas no son como deberían. La dirección de correo del señor Leike se cuela entre las de los clientes de Emmi y recibe un correo colectivo en el que Emmi Rothner les desea Feliz Navidad y un próspero año nuevo. Todo lo que ocurre desde ese momento es historia.

Me gusta como Emmi y Leo tratan de luchar por mantener lo que tienen en un desesperado intento por que sus sentimientos no vayan más allá del mundo que ellos mismos han creado. Piensan que, de otra manera, si se vieran, si hablaran, si compartieran una copa de vino él y de whisky ella, si se acostaran, sin mantuvieran cualquier contacto físico acabarían con todo. Porque en el fondo, no se enamoran de Emmi y Leo sino de los Emmi y Leo que cada uno de ellos ha creado a partir de las palabras del otro. Unos Emmi y Leo ideales que lo más seguro es que no se correspondan con los reales, que tendrán sus defectos, sus virtudes y sus puntos débiles. La constatación de tal hecho sería el fin de la relación que han credo durante un año, de la intimidad que han conseguido alcanzar sin haber intimado. Se necesitan como el respirar pero no están dispuestos a pagar el precio tan alto que supondría llevar sus sentimientos y fantasías al plano de lo real.

Y creo que ya he hablado demasiado, sólo me queda invitaros a leer una novela entrañable que, como ahora es tendencia de moda, tendrá una segunda parte. Dejad que os confiese que cada vez estoy más cansada de las segundas y terceras partes. Me agota no poder pasar página y tener que estar pendiente de los futuros de cada vez más personajes. Tengo ganas por una vez de acabar un libro y que realmente haya acabado, independientemente de que vuelva a mi mente en días siguientes y las veces que quiera, como un buen recuerdo. En fin...

Un saludo, Lola.

viernes, 10 de septiembre de 2010

CONTRA EL VIENTO DEL NORTE. Primera impresión

Apenas llevo 76 páginas leídas de esta maravillosa novela, que lo seguirá siendo hasta que me demuestre lo contrario, y ya empiezo a sentir la necesidad de compartirlo. La verdad es que, si no es una de las mejores que leído en los últimos meses, sí es una de las más especiales. De la historia en sí aún no puedo contar nada porque recién empieza aunque ya se intuye. Pero sí os puedo hablar de la forma.

Esta novela es muy dinámica, sobre todo al principio, cuando los mensajes son más cortos y se envían en cuestión de segundos. A veces, se cuelan otros más largos y desarrollados que tampoco tienen desperdicio y que son los que nos permiten hacernos una idea de la personalidad de Emmi y Leo, los protagonistas.

Cada uno de los personajes tiene su particular sentido del humor, además resultan de lo más carismáticos y peculiares, cada uno a su manera. Son diálogos muy divertidos y en ocasiones, cargados de malicia. Y es curioso cómo hablan sin decirse nada, sin revelar más datos personales de los necesarios quizá para que ninguno de los dos pierda el interés que despierta lo desconocido del otro, o quizá por el miedo más profundo a quedar expuestos ante una persona a la que realmente no conocen. Resultan muy ambiguos en algunas de sus preguntas y respuestas. Y es curioso ver cómo, cuando uno de los dos intenta dar un paso adelante, ambos dan dos pasos atrás.

También me he dado cuenta de lo vanidosos que llegamos a ser y hasta qué punto nos importa lo que los demás piensen de nosotros incluso aunque no los conozcamos, de cómo necesitamos su aprobación, de lo mucho que necesitamos gustar y que nos gusten y de lo mucho que necesitamos en nuestras vidas un poco de misterio, un aliciente que nos saque de la rutina -Cuidado con hablar en plural, Lola!, puede que no todo el mundo se identifique con ese grupo universal que has creado al usar el nosotros-. Bueno, siempre puede ser una percepción personal.

Otra cosa que me ha llamado la atención respecto a la forma es que al contrario que en otras novelas en las que los protagonistas se conocen y mantiene una relación vía Internet, se me ocurren El arte de perder de Lola Beccaria o El blog del Inquisidor de Lorenzo Silva, en ésta sólo obtenemos los datos que nos llegan a través de los mensajes. No he podido evitar echarle un ojo por encima y, a simple vista, la novela parece repoducir exclusivamente los mensajes que se envían entre ellos, así que nosotros sólo sabemos lo que cada uno quiere que el otro sepa de su vida personal. En ningún momento se nos hace partícipes del contexto de los protagonistas, ni por su parte ni por parte de un narrador. No sabemos dónde viven ni dónde trabajan, cómo es el lugar desde el que se ecriben los mensajes, no conocemos sus relaciones con otras personas, ni sabemos cuáles son sus sentimientos o sus impresiones cuando leen los mensajes. Ni siquiera sabemos si lo que se cuentan es verdad. En fin...

Creo que eso es todo por el momento y espero haberme explicado con algo de claridad, a veces me pasa que todo está claro en mi cabeza pero luego me cuesta encontrar las palabras adecuadas que expresen lo que quiero expresar.

Un saludo, Lola.

jueves, 9 de septiembre de 2010

LA FRASE DEL DÍA

Lo siento pero no puedo evitar poner uno de los mensajes que forman parte de la mejor conversación que he leído últimamente. Si tenéis oportunidad leerla entera porque es muy buena:

Querida Emmi Rothner: Aunque casi no nos conozcamos de nada, le agradezco su cordial y sumamente original correo colectivo. Sepa que adoro los correos colectivos dirigidos a una masa de la que no formo parte.

A lo que ella contesta, sobre todo me gusta la P.D.

P.D.: Si se le ocurre una expresión más original que " feliz Navidad y un próspero año nuevo" para desearle a alguien "feliz Navidad y un próspero año nuevo", le ruego me la comunique.
Hasta entonces:¡feliz Navidad y próspero año nuevo!
E. Rothner.


Contra el viento del norte. Daniel Glattauer

miércoles, 8 de septiembre de 2010

LA FRASE DEL DÍA

En Dupont encontraría a gente como ella, gente que de verdad tendría vida intelectual, gente cuya concepción del futuro implicaría algo más que buscar plan para el sábado por la noche...

Soy Charlotte Simmons. Tom Wolfe.

De verdad estás segura de ello, querida Charlotte...

lunes, 6 de septiembre de 2010

Soy Charlotte Simmons

Y como era evidente, debido a la falta de tiempo, me quedó uno pendiente. O lo que es lo mismo, Soy Carlotte Simmons de Tom Wolfe. En principio no tendría de qué preocuparme. Pero claro, eso sería si la vida fuese perfecta, que no lo es. A mi vuelta surgió un pequeño gran problema: tenía disponible En llamas, la segunda parte del último libro que leí antes de marcharme de vacaciones. O lo que es lo mismo, Los Juegos del Hambre de Suzanne Collins. Siento la necesidad imperiosa de leerlo, no puedo evitarlo, ni siquiera creo que tenga fuerzas para hacerlo. Pero, por si eso no fuese suficiente, en pocos días publican la tercera parte, Sinsajo.

La cuestión es que si dejo de lado a Charlotte y sus aventuras en la Universidad de Dupont es más que probable que no vuelvan a hacerse hueco en mi vida, quizá hasta el verano próximo. Cosa que no quiero, como tampoco quiero esperar más a conocer el destino de Kat. Mi posible solución, leer los dos al mismo tiempo. Por En llamas no hay problema porque es tan emocionante -al menos, de momento- que sé que no tardaré en acabarlo, igual que me ocurrirá con Sinsajo, pero sospecho que no ocurrirá lo mismo con el tercero en discordia. Así que lo que quiero decir es que puede que tardéis en tener noticias suyas.

El que avisa no es traidor, sólo espero que merezca la pena esperar. Un saludo, Lola.

jueves, 2 de septiembre de 2010

LA EMPERATRIZ DE LOS ETÉREOS

Éste sí, no sólo me ha gustado sino que me ha encantado. Lo único que me pesa es no haberlo leído antes. La historia no sólo puede resultar bonita y entrañable, sino que además la forma en que está escrita es muy especial. Para mí es un libro coherente puesto que todo en él cuadra con su finalidad y contexto, me explico: es un libro de fantasía, eso es evidente, ubicado en uno de esos futuros en los que se vuelve al pasado. Nada más lejos de la tecnología, los hombres vuelven a vivir de la tierra y de los conocimientos ancestrales, en una austeridad primitiva. Los personajes más terrenales habitan junto a otros que escapan a los límites de la realidad más real, en un invierno que parece no tener fin. Partiendo de esta base, Laura Gallego apuesta muy sabiamente por un vocabulario y una sintaxis más propia de las leyendas. El resultado: cuando lees está novela realmente da la sensación de estar leyendo un cuento de hadas.


Un cuento de hadas en el que su protagonista de cuento de hadas no cree en cuentos de hadas.

Bipa, una joven sencilla y sensata, que sólo desea llevar una vida normal bajo la protección de los túneles escavados en la roca y el calor del hogar de su cueva. No quiere más complicaciones que las que pudieran darle el cuidado de su huerta y de su rebaño. No se anda con rodeos y dice las cosas como son y como las siente. No siente interés por nada que no pueda ver o no tenga una utilidad práctica, ni siquiera por aquello que existió y ya no existe o que existe pero que está en un lugar tan lejano que nunca verá. Está conforme con su vida. No tiene intención de cambiar. Es feliz siendo como es y teniendo lo que tiene.

Pero no está sola, lo que hace un poco difícil que puede mantenerse al margen de todo. Aer está más cerca de ella de lo que le gustaría y ni siquiera sabe por qué. Aer, el hijo de El Que Vino de Lejos, un chico distinto a los demás, no sólo físicamente, de cabellos y ojos más claros que los del resto de los habitantes de Las Cuevas, sino también de carácter, mucho más fascinante y vital. Un chico capaz de ver más allá de las cosas, de ver la belleza de aquello que sólo sirve para eso. No es capaz de conformarse con lo que su mundo más cercano le ofrece. Un joven que se verá atrapado por el embrujo de la Estrella de la Emperatriz, no pudiendo ignorar la llamada del lugar al que perteneció su padre y al que, por extensión, él también pertenece. No puede evitar sentir deseos de explorar todo aquello que se extiende más allá de Las Cuevas. Necesita llegar al Palacio de la Emperatriz, ya convertido en etéreo.

Así, el joven desaparece un día sin avisar, dejando sola a su madre, igual que ya lo hiciera su padre. Pero, de igual forma, aparece meses después, cuando todos habían empezado a acostumbrarse a su ausencia. Vuelve para volverse a marchar. Vuelve para enseñar a Bipa que él está en lo cierto y que existe otro mundo más allá de su preciado pero limitado Hogar. Se marcha, pero esta segunda vez sin intención de volver.

Y que es lo único que puede hacer Bipa, pues ir en su busca. Ella se siente obligada a devolvérselo a su madre aunque sabe que el camino está lleno de peligros y que es más fácil morir que llegar al destino. Ni siquiera está segura de poder alcanzarlo a tiempo. Pero es necesario que alguien lo baje de la nube en la que vive y sólo ella puede hacerlo. Luego sabremos que lo que empuja a Bipa a marchar tras él es algo mucho más profundo y sincero. Algo que es más fácil ignorar que afrontar pero que será la clave para salir con vida de esta aventura.

Ups! Creo que ya conté demasiado, no es mi intención desvelar todos los detalles de la historia y pecar de imprudente pero necesito transmitir mi entusiasmo respecto a esta novela. La única espinita que se me queda clavada es estoy segura de que tiene mensaje, una especie de moraleja, pero por más que lo intento no lo pillo. Igual alguno de vosotros puede arrojar algo de luz a mi ceguera. Me encantaría.

Un saludo, Lola.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

GENERACIÓN DEAD


Después le tocó el turno a Generación Dead. Una historia de amores juveniles capaces de superar las barreras sociales y en las que siempre hay un tercero en discordia. Lo ideal para el verano o por lo menos, eso fue lo que pensé yo. Y Nada más lejos de la realidad.

La historia no está mal y a mi parecer, está bien narrada con un lenguaje actual y despreocupado. Todo muy típico eso sí, pero es que hoy en día es todo tan típico que hasta resulta gracioso. Los personajes son carismáticos, sarcásticos e irónicos, cada uno con su particular sentido del humor y hay conversaciones que realmente merecen la pena. Pero es que se queda corto en todos los sentidos. En la expresión de los sentimientos, de las relaciones, de las intrigas. Sólo hay dos opciones, o lo supones o lo sospechas.

Y es que leer esta novela resulta ser tan frustrante...

Entiendo que al tratarse de la primera parte de una trilogía, el autor se guarde cartas bajo la manga para las siguientes entregas, que trate de mantener el suspense en los lectores, pero no puede quedarse con la baraja entera. No es justo.

Entiendo que debería existir una trama central que se resuelva en este primer libro, que tenga su principio y su fin. Y que luego existan otras historias paralelas que vayan desarrollándose hasta que se desvelen en el segundo o incluso, en el tercer libro.

Y de tanto entender, resulta que al final no entiendo nada. Lo más que ocurre se concentrará en las tres o cuatro últimas páginas. Eso sí que es dejar a la gente con ganas de más. Da la sensación de que, en realidad, fuese como una única novela que al autor se le hiciera tan larga que hubiese necesitado dividirla en tres para poder publicarla. No es repetitiva sino que los acontecimientos siguen su cauce natural así que tampoco es intención del autor estirar la historia hasta darla de sí. Es gracioso porque incluso parece como si te hubieses quedado sin las últimas páginas, que las hubiese perdido quién sabe en qué lugar. Pero no te preocupes porque las publicarán en una segunda bonita parte.

Se puede hacer una lectura más profunda de la que quizás tenga. En esta novela también se habla de racismo, de rechazo a lo desconocido, de incomprensión.
Estos chicos sólo tratan de vivir de la manera más normal posible las cosas propias de su edad que no han podido experimentar debido a su muerte prematura. Necesitan apoyo para superar el trauma que les supone morir, revivir y darse cuenta de que ya no pertenecen a ningún sitio porque no están muertos pero tampoco están vivos. Ahora están solos en un mundo que no los entiende y no los acepta, empezando por su propia familia y amigos. Lo cual sólo consigue que sea más difícil todavía.

En fin, que éste no estará entre mis libros favoritos pero si me preguntáis si leería la segunda parte, mi respuesta sería rotundamente sí. Es que, esta primera novela, inevitablemente, sabe a poco -igual esto signifique que el autor haya conseguido su objetivo-.

Creo que ya es hora de despedirse. Un saludo, Lola.